miércoles, 28 de mayo de 2014

La ladrona de libros

Cuenta la historia de Liesel, una niña que es enviada a vivir con una familia de acogida, la conformada por el bondadoso Hans Hubermann y su esposa Rosa. Sin reponerse aún de la trágica muerte de su hermano pequeño, apenas unos días antes, y asustada ante unos nuevos ‘padres’ que acaba de conocer, Liesel se esfuerza por adaptarse; tanto en su nuevo hogar como en la escuela, donde sus compañeros se burlan de ella calificándola con el término alemán ‘dummkopf’ (idiota) porque no sabe leer ni escribir. Liesel está firmemente decidida a cambiar su analfabetismo. Y Liesel obtiene ayuda. Hans, su empático ‘papá’, trabaja con ella noche y día en la cuidadosa lectura de su primer libro, ''El manual de los sepultureros'', un libro que la niña sustrajo del funeral de su hermano; un hurto que llevó a cabo de forma impulsiva y que tendrá profundas consecuencias para nuestra joven heroína. El amor por la lectura y el creciente aprecio por su nueva familia se intensifican en Liesel cuando se hace amiga de un nuevo huésped de los Hubermann, un refugiado judío llamado Max, que comparte su pasión por los libros y que la anima a desarrollar sus capacidades de observación, aun cuando Max se esconde de los nazis en la oscura humedad de un sótano. Igualmente transformadora para Liesel es su floreciente amistad con su joven vecino Rudy, quien le toma el pelo por su costumbre de robar libros, a pesar de que descubre que se está enamorando de ella. Estas nuevas amistades, junto con su exponencialmente creciente amor por los libros, le suministran a Liesel tanto una evasión como un camino que determinará su destino. Liesel llega a comprender no sólo el poder de las palabras sino otro que está mucho más allá de ellas. El valor de las palabras.
                                                        

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